Parque Natural en Oieregi de gran interés ecológico que alberga la mancha forestal mayor y mejor conservada de Navarra y posiblemente de la toda península tras la impresionante Selva de Irati. Su extensa masa vegetal arbórea, edificios palaciegos y numerosas especies de plantas exóticas constituyen un conjunto de belleza excepcional que bien merece tu visita.
Cómo visitar el Señorío de Bertiz
Debes saber que existen cuatro áreas diferenciadas con distintos usos:Entradas al Señorío de Bertiz

Acceso Principal
Existen varios puntos de acceso al Parque Natural, los vehículos pueden acceder exclusivamente por la entrada principal por medio del puente que delimita el río Baztan del río Bidasoa y que lo une con las poblaciones de Oieregi en el municipio de Bertizarana y Oronoz en el municipio de Baztan, no pudiendo sobrepasar la zona de aparcamiento habilitada en el área de acogida del Parque Natural.

Acceso por Reparazea
En las demás entradas (Plazazelai, Eskinz, Reparazea) se impide el paso de vehículos mediante portillos al ser exclusivamente peatonales. La armonía natural del entorno no podrá ser modificada por acciones ó instalaciones que alteren sus valores.
Espacio idóneo para para el descanso, los paseos, el senderismo, la fotografía ó la observación de aves.
Lugar incomparable para disfrutar de la naturaleza.
Especial Interés Ecológico
El parque Natural Señorío de Bertiz contiene un alto valor ecológico por su grado de conservación
ZONA DE ESPECIAL CONSERVACIÓN
Declarado por el Gobierno de Navarra Zona Especial de Conservación en 2008, fijando las medidas para su estado de conservación favorable, de los hábitats naturales y de las poblaciones de las especies existentes
Decreto Foral 68/2008
Milano Negro - Milvus Migrans
El Parque Natural Señorío de Bertiz es un lugar excelente para el avistamiento de aves, destacando entre otros motivos por ser el único hábitat donde se encuentran las siete especies existentes de pájaros carpinteros de la península ibérica, el pico mediano, el pico dorsipardo, el pito negro, el pico menor, el torcecuellos, el picapinos y el pito real.
europa press

Las Lamias fueron desapareciendo a la vez que se construían ermitas. Dicen que las fueron envenenando, pues muchos lugareños se enamoraban ellas muriendo de melancolía.

A pesar de todo, hoy en día al amanecer,
todavía es posible ver alguna Lamia peinándose en los arroyos del Señorío de Bertiz